7.26.2023

Siempre se burlan de nosotros los idealistas

 


Siempre se burlan de nosotros los idealistas:

somos el foco de las bromas,

el centro de las burlas,

la carnada perfecta

para atacar las ilusiones poco realistas,

y que no calzan para nada,

con la muestra social.


Los idealistas somos el gran anhelo

que duele 

al verse incumplido;

la utopía 

de los no-soñadores,

que en el fondo de su corazón,

quieren creer

y sentirse esperanzados.


Pero el mundo los ha decepcionado,

y por eso buscan a los idealistas

para mantenerse cerca de la idea,

pero lo suficientemente lejos

para no dejarse hundir,

ni socavar

cuando la idea no se cumpla,

y vuelvan a fracasar

sus deseos impetuosos

por la paz.


Siempre se burlan de nosotros los idealistas;

pero lo que no saben

es que,

nuestro bien guardado secreto

es agarrar la idea

y mantenerse siempre

en movimiento.

7.24.2023

Convento

 




Nos besamos, lenta y apasionadamente, atrapados en ese callejón de baldosas, bajo la caja enorme de luz, en donde suena el campanario. Se escucha su retumbar: el eco grave y majestuoso de los bordes vibrantes, mientras afuera, pasan los transeúntes apresurados hacia sus trabajos, cabizbajos, en suma enajenación. Tus labios con los míos colisionan con suavidad, al compás del rechinar de las gaviotas, que marchan en círculo sobre el convento, como haciendo una arenga, esperando a que caiga la lluvia y que el cielo se revuelva, entre grises y blancos nubosos. La gente acelera y el campanario es una orquesta: la llave es tu lengua y, el sol, el candor de mi cuerpo fértil y brioso.
Mientras el mundo pasa apurado afuera del convento, nuestros besos, dulces y cálidos, los vivimos en cámara lenta.

Inefable

 


No sé qué es lo que me ocurre

No logro dimensionarlo

A veces lloro

Solo de pensarlo.


Hay tantas cosas grandiosas

en la vida;

Cosas lindas:

Detalles,

Sonrisas,

Mañanas 

Y copas de vino;


Charlas,

Risas,

Miradas

Y susurros


Ojos que lo dicen todo,

Bocas que besan como nadie;

Tu olor,

Mi timidez,

Tu nerviosismo...


Nunca había experimentado

Las lágrimas de la belleza,

De sentir hinchado

El corazón 


No sé lo qué es,

No puedo explicarlo

-tal vez negarlo

o aceptarlo-

Pero definitivamente

Es nuevo,

Distinto,

A-típico,

Dirías tú 


Y tengo miedo

De volverme adicta,

De necesitarlo

Y que se extravíe,

De añorarlo

Y que no vuelva,

De perderlo

Cuando nunca lo tuve.


Solo sé

Que es tu rostro

Y tus ojitos cristalinos,

Tan puros y honestos,

Los que me estremecen por completo; 


Y mi pensamiento

Se retuerce,

Cuando lo asalta tu imagen,

Tan bella

Y sublime

Que me es imposible

Sostener el aliento.


Respiro profundo

Y le pregunto al mundo:

Qué es esto que siento

Que me duele y embriaga

a la vez?


Es inefable

Lo que nos toma por sorpresa

Y no podemos nombrar;

Lo siento,

Lo vivo,

Lo experimento,

Está ahí.


Y a pesar de la evidencia,

De la sensación 

Y la certeza,

No me atrevo a llamarlo


ni a nombrarlo.

Aún.

7.19.2023

A punto

 

Ahí están,

Atascadas en mi garganta

Con apariencia de simpleza

Y espíritu de guerra.


Ahí están aún

Queriendo salir

A punto,

Pero temerosas.


Qué tan difícil 

Puede ser el amor

-Se preguntarán algunos-

Pero no es solo eso,

Es algo más.


Hace tiempo

Que palpo

El calor de la tierra,

La tierra de mi cuerpo

Bajo el suelo encendido;


Oigo tambores,

Hay fuego;

Una llama encendida

Que sigue creciendo.


He tratado de sofocarla,

Con el raciocinio desenfrenado

De mi intelecto

Y mis antiguos amores,

Pero pareciera 

Que se intensifica,

Se vuelve aún más latente,

Con más ansias

Y deseos

De salir.


A punto de escaparse

Han estado

Apretadas

En mi corazón;

Silenciadas,

Cada vez que me miras,

Cada vez que te miro,

Y mi boca cobarde

-o sumamente astuta-

Las sigue encerrando

O guardando 

Hasta que le ganen la batalla 

A mi cuerpo,

Que sigue atento,

Fogoso,

Ardiente,

Esperando una leve ventana,

O un leve suspiro,

Que le permita

Liberar

Aquellas palabras 

Comunes

Que necesitan ser dichas.


Están a punto,

Aguardando,

Esperando,

Entre el borde de mi alma

Y los bordes de mis labios,

De aquí para allá 

Y de allá para acá 


Y me resisto a soltarlas

Porque no quiero

reconocer(me)

En ellas.


Mi cuerpo las produce,

Las aviva,

Y las recarga,

Para que mi yo romántico 

E idealista

Vuelva a creer,

Vuelva a confiar


Y ellas aguardan,

Esperando el encuentro

Entre tus ojos y los míos,

Cuando me quedo en silencio

Y no sé qué decir

Porque están ellas

Atascadas en mi garganta,

Invalidando 

A todas las demás palabras

Que podría decirte

(Que podría decirme)

Pero que son

Incapaces de salir,

Porque el TE

Y el AMO

Están en el umbral de mi boca,

A punto

De estallar.

En amor nadas

 


En

      Amor

               Nadas


Con la nariz

apuntando hacia las nubes

Un leve flote

me suspende sobre el mar.


En este dulce afán 

Del vidrio rosa y la ansiedad

Me adentro 

y te quiero cerca,

Te veo 

y te quiero más.


Tus caricias son mi droga,

Tus besos mi pasatiempo,

Me atrevería a oler tu vientre

Escalándome

hasta el cielo.


Como si la vida

No fuera suficiente:


Anhelo tus ojos,

Anhelo tus dedos,

Tu estela nocturna

De canela y vainilla;


Me pierdo en tus manos,

Me pierdo en tu vuelo,

Sonata perfecta

De tu canto a la vida.


Le grito a los astros

Este éxtasis absurdo

De la pobre vida

Que ahora tú embelleces


Y repaso tus curvas, 

Tus relieves y contornos,

Memorizando tus heridas

Solo para entenderte.


Y en el tacto cotidiano

De mis ojos absortos,

El tiempo no transcurre

Pues la medida es tu rostro;


Mis ansias por tu piel 

-Deseo oscuro y devoto-

Del alma solitaria

Que ha encontrado tus ojos.


Y no logro creerle

A la vida, este abrigo,

Del viaje deleitoso

Abrazada a tu ombligo.


Si un día despiertas,

Viejito, a mi lado,

Serás la holganza

de mis años festivos;


La extraña ofrenda 

De cantarle al olvido,

Que llegaste a mis brazos 

Cuando estabas perdido.


Y al placer del amor

Oh, ángel mío,

Le daré las gracias,

Al alba y al crepúsculo:


Pues mi fortuna es más grande

Que todo el oro del mundo

Porque estás a mi lado

junto al silencio nocturno.

Mañana


Cada mañana

abro mis ojos

y pienso en ti.


El aroma de tu presencia

inunda mi cama;

los vestigios de tu rostro,

fragmentados en piezas,

me deslumbran

con el destello albino

del cantar de las gaviotas

merodeando mi lecho,

y se va armando en mi mente

un recuerdo de ti.


Recuerdo sinestésico

en el que palpo tu dulzor

danzando al son

de tus ojos,

ojos tiernos y profundos

que me penetran,

cada vez que te encuentras conmigo

al borde de mi cama,

calurosa y jadeante

porque estás en ella.


Entonces,

alargo mis manos

para abrazar,

lo abrazable que en ti tienes,

pero mis brazos no te hallan

porque fue mi alma

la que te anheló.


Y para no dejarme

atrapada en mis sábanas

todas esas 

-y estas- 

mañanas

en las que no amaneces conmigo,

mi mente aborda tu recuerdo

y me crea un mundo perfecto

en el que tú estás conmigo

y yo estoy contigo;


y en cada alborecer

que a mi vida le queda

-de aquí al fin del mundo-

despierto cada mañana

junto a ti.